John Wayne Gacy nació en Chicago en 1942. Mantenía buena relación con su madre y con sus hermanas, aunque no podía decirse lo mismo de la relación con su padre, el cuál era alcohólico y los maltrataba física y verbalmente. Su padre le solía pegar y despreciar.
A los 9 años sufrió abusos sexuales por parte de un amigo de la familia. A l
os 11 recibe un golpe en la cabeza que le ocasiona un coágulo de sangre y esto le ocasiona desmayos y mareos. Hasta los 16 años no se le detectó y se le eliminó a base de tratamiento médico.
En la escuela era un estudiante como todos los demás, sin destacar ni para bien ni para mal. Trabajó en una zapatería, llegando a ser encargado. Se casó, tuvo dos hijos y empezó a trabajar en el "kentucky fried chicken", ya que el padre de su mujer era el encargado de varias franquicias. Trabajaba mucho y cuando no lo hacía colaboraba en actividades comunitarias.
Entre los vecinos corría el rumor de su homosexualidad y fue denunciado por un joven que decía haber sufrido abusos sexuales por parte de Gacy. Cuatro meses más tarde el joven denunciante fue agredido por otro de 18 años, que confesó haber sido pagado por Gacy. Fue sentenciado a 10 años de prisión, lo que ocasionó su divorcio. Año y medio después salió de la cárcel por buena conducta y volvió a Chicago, donde compró una casa y comenzó a trabajar. Se volvió a casar con una mujer divorciada que tenía 2 hijos. Realizaba fiestas en su casa para ganarse la confianza de sus vecinos, los cuales se quejaban del mal olor que había en el jardín a lo que Gacy se excusaba. Los fines de semana se disfrazaba del "payaso pogo" para hacer más amena la estancia en el hospital a los chicos enfermos.
Un día, su mujer encontró revistas pornos de hombres y además Gacy le confesó que le gustaban más los hombres que las mujeres. En el trabajo se rodeaba de chicos jóvenes, protagonizando episodios de abusos sexuales con ellos, seguidos de extorsión. Todo esto le llevó a un nuevo divorcio.
En 1978 la madre de un joven fue a denunciar la desaparición de su hijo cuando se dirigía a entrevistarse con Gacy, que le iba a mejorar sus condiciones de trabajo. El teniente llamo a Gacy para que se presentara en la comisaría, pero éste se negó alegando enfermedad y presentándose al día siguiente de forma voluntaria. El teniente se informó de sus antecedentes penales y solicitó una orden de registro de su domicilio.
Cuando la policía entró, percibió un olor terrible y en el sótano encontraron a 3 cadáveres, por lo que detuvieron a Gacy. A los pocos días confesó e hizo un mapa detallado del jardín con los lugares donde había enterrado a sus víctimas, cubiertas con cal para acelerar su descomposición.
El "modus operandi" de Gacy consistía, por lo general, en merodear las zonas de fiestas homosexuales. Allí conocía a algún joven, al que convencía para que le acompañara a su casa, y una vez allí les ofrecía alcohol y drogas. Seguidamente veían una película porno y la víctima se quedaba inconsciente por la acción de las drogas, momento que aprovechaba Gacy para maniatarlos y violarlos. Para terminar los mataba y enterraba.
Su ritmo de asesinato era uno cada dos meses, lo que fue un total de 33 jóvenes en 6 años.
En muchas ocasiones realizaba actos sádicos como por ejemplo, meter la cabeza de los jóvenes en bolsas de plásticos e intentar ahogarles en la bañera. Cuando casi conseguía su propósito, los sacaba y torturaba, así repetidas veces.
Una de las pocas víctimas a las que no mató fue Jeffrey Rignall, un joven al que abordó mientras andaba sólo por la calle, cuando se dirigía a la zona de fiesta, y Gacy se le ofreció para acercarle en su coche. Rignall aceptó de buen agrado el ofrecimiento, pero en el momento en que se sentó, Gacy le abordó y le aplicó cloroformo. Lo próximo que recordó fue que estaba atado en el sótano y delante estaba Gacy desnudo y con instrumentos sexuales, los cuales utilizó con él. Cuando despertó se encontraba debajo de una estatua, vestido y con heridas.
Durante el juicio, Gacy se declaró inocente y alegaba que sufría insanidad mental y su defensa intentó justificar las muertes diciendo que habían sido accidentales, como consecuencia de los juegos sexuales que practicaban.
Concedió varias entrevistas en el tiempo que estuvo en prisión, hablando de sus víctimas como "maricones y escoria de la sociedad", no llegando nunca a mostrar arrepentimiento. También durante este periodo realizó dibujos de payasos y de Jeffrey Dahmer (El Carnicero de Milwaukee). Usaba la figura del payaso como un alter ego, intentando así ocultar su verdadero "yo".
Se le declaró culpable y condenado a pena de muerte, cumpliéndose ésta en 1994.
Como opinión personal, definiría a Gacy como una persona sádica e inteligente con falicidad para ganarse la confianza de los demás, tanto de vecinos como de víctimas. Es de destacar que los vecinos no llegaron a sospechar de él, sólo les resultaba extraño el olor. El rechazo que sufría de su padre le provocó una frustración por no poder llegar a ser querido por su padre, lo que intentó ocultar escalando en sus distintos trabajos.
Muchos expertos, como el doctor Pincus, defienden la idea de que la mezcla de la lesión neurológica y el abuso sexual sufrido en la infancia son suficientes para provocar en una persona un comportamiento asesino.
A los 9 años sufrió abusos sexuales por parte de un amigo de la familia. A l
En la escuela era un estudiante como todos los demás, sin destacar ni para bien ni para mal. Trabajó en una zapatería, llegando a ser encargado. Se casó, tuvo dos hijos y empezó a trabajar en el "kentucky fried chicken", ya que el padre de su mujer era el encargado de varias franquicias. Trabajaba mucho y cuando no lo hacía colaboraba en actividades comunitarias.
Entre los vecinos corría el rumor de su homosexualidad y fue denunciado por un joven que decía haber sufrido abusos sexuales por parte de Gacy. Cuatro meses más tarde el joven denunciante fue agredido por otro de 18 años, que confesó haber sido pagado por Gacy. Fue sentenciado a 10 años de prisión, lo que ocasionó su divorcio. Año y medio después salió de la cárcel por buena conducta y volvió a Chicago, donde compró una casa y comenzó a trabajar. Se volvió a casar con una mujer divorciada que tenía 2 hijos. Realizaba fiestas en su casa para ganarse la confianza de sus vecinos, los cuales se quejaban del mal olor que había en el jardín a lo que Gacy se excusaba. Los fines de semana se disfrazaba del "payaso pogo" para hacer más amena la estancia en el hospital a los chicos enfermos.
Un día, su mujer encontró revistas pornos de hombres y además Gacy le confesó que le gustaban más los hombres que las mujeres. En el trabajo se rodeaba de chicos jóvenes, protagonizando episodios de abusos sexuales con ellos, seguidos de extorsión. Todo esto le llevó a un nuevo divorcio.
En 1978 la madre de un joven fue a denunciar la desaparición de su hijo cuando se dirigía a entrevistarse con Gacy, que le iba a mejorar sus condiciones de trabajo. El teniente llamo a Gacy para que se presentara en la comisaría, pero éste se negó alegando enfermedad y presentándose al día siguiente de forma voluntaria. El teniente se informó de sus antecedentes penales y solicitó una orden de registro de su domicilio.
Cuando la policía entró, percibió un olor terrible y en el sótano encontraron a 3 cadáveres, por lo que detuvieron a Gacy. A los pocos días confesó e hizo un mapa detallado del jardín con los lugares donde había enterrado a sus víctimas, cubiertas con cal para acelerar su descomposición.
El "modus operandi" de Gacy consistía, por lo general, en merodear las zonas de fiestas homosexuales. Allí conocía a algún joven, al que convencía para que le acompañara a su casa, y una vez allí les ofrecía alcohol y drogas. Seguidamente veían una película porno y la víctima se quedaba inconsciente por la acción de las drogas, momento que aprovechaba Gacy para maniatarlos y violarlos. Para terminar los mataba y enterraba.
Su ritmo de asesinato era uno cada dos meses, lo que fue un total de 33 jóvenes en 6 años.
En muchas ocasiones realizaba actos sádicos como por ejemplo, meter la cabeza de los jóvenes en bolsas de plásticos e intentar ahogarles en la bañera. Cuando casi conseguía su propósito, los sacaba y torturaba, así repetidas veces.
Una de las pocas víctimas a las que no mató fue Jeffrey Rignall, un joven al que abordó mientras andaba sólo por la calle, cuando se dirigía a la zona de fiesta, y Gacy se le ofreció para acercarle en su coche. Rignall aceptó de buen agrado el ofrecimiento, pero en el momento en que se sentó, Gacy le abordó y le aplicó cloroformo. Lo próximo que recordó fue que estaba atado en el sótano y delante estaba Gacy desnudo y con instrumentos sexuales, los cuales utilizó con él. Cuando despertó se encontraba debajo de una estatua, vestido y con heridas.
Durante el juicio, Gacy se declaró inocente y alegaba que sufría insanidad mental y su defensa intentó justificar las muertes diciendo que habían sido accidentales, como consecuencia de los juegos sexuales que practicaban.
Concedió varias entrevistas en el tiempo que estuvo en prisión, hablando de sus víctimas como "maricones y escoria de la sociedad", no llegando nunca a mostrar arrepentimiento. También durante este periodo realizó dibujos de payasos y de Jeffrey Dahmer (El Carnicero de Milwaukee). Usaba la figura del payaso como un alter ego, intentando así ocultar su verdadero "yo".
Se le declaró culpable y condenado a pena de muerte, cumpliéndose ésta en 1994.
Como opinión personal, definiría a Gacy como una persona sádica e inteligente con falicidad para ganarse la confianza de los demás, tanto de vecinos como de víctimas. Es de destacar que los vecinos no llegaron a sospechar de él, sólo les resultaba extraño el olor. El rechazo que sufría de su padre le provocó una frustración por no poder llegar a ser querido por su padre, lo que intentó ocultar escalando en sus distintos trabajos.
Muchos expertos, como el doctor Pincus, defienden la idea de que la mezcla de la lesión neurológica y el abuso sexual sufrido en la infancia son suficientes para provocar en una persona un comportamiento asesino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario